Maltrato y desprecio a la mujer en Inglaterra y Estados Unidos

Lo están viendo con sus propios ojos no rasgados (si algún problema de vista le impide ver las fotos con total claridad, realice el gesto que los jugadores españoles le indican en las mismas). En Inglaterra y Estados Unidos, las mujeres son marginadas.

Como ya sabrán, el equipo español de baloncesto masculino prestó su imagen para un anuncio que uno de sus sponsors, con motivo de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Cómo no, la prensa sensacionalista estadounidense y, sobre todo, inglesa, ha decidido meter el dedo en la yaga. Según algunos de esos que se hacen llamar periodistas, la selección española de baloncesto masculino debería ser expulsada de los Juegos. Todo esto, pocos días antes del decisivo partido que el próximo sábado disputarán España y Estados Unidos (miedo…tengo miedo…). Algunos incluso exigen a Pau Gasol una disculpa, alegando que el de Sant Boi habita en un país y una ciudad en la que «existe una cierta influencia asiática-americana» (este señor es ciudadano de una nación en la que al pueblo chino se le ha colocado el despectivo e insultante sobrenombre de chinks, con el simple objetivo de marginarlos y despreciarlos).

Otro que se ha sumado a la «fiesta» es Jason Kidd, que, después de que todos conocieran la explicación que José Manuel Calderón dio en su blog y a un medio alemán, volvió a caldear el ambiente asegurando que «si nosotros nos hacemos esa foto, nos echan de los Juegos». El base norteamericano (en inglés no existen las palabras «norteamericano» o «estadounidense», se autodenominan «americanos», en claro menosprecio hacia el resto de pueblos que componen el continente) se excusa con estas palabras ante la posible derrota que puedan sufrir en el próximo encuentro.

Seguimos con el repaso por los pueblos de dios*. Los que encendieron la mecha fueron, cómo no, los ingleses. El diario The Guardian publicó este artículo el pasado día 10 (en las islas no tienen cojones agallas para firmar las obras propias) en el que decían que el gesto de los jugadores españoles crearía controversia y nos recordaban los manipulados casos de Luis Aragonés con Thierry Henry, Louis Hamilton en Montmeló y Asshole Cole en el Bernabéu (en Inglaterra es común que la expresión «crear controversia» se utilice como sinónimo de «vamos a putear a todo vasallo que no cante el God save the queen*»).

La soldado norteamericana Sabrina Harmon, protagonizando un anuncio amistoso hacia el pueblo iraquí.

Habiendo expuesto todo lo sucedido y todo lo opinado por las diferentes partes, me resulta curioso que, estadounidenses y británicos, inmersos en su común cruzada «anti-racismo» (?), se olviden totalmente de que el anuncio que la empresa de transportes de mercancías SEUR realizó, lo hizo con el objetivo de apoyar a ambas selecciones españolas, tanto a la masculina como a la femenina, tal y como pueden observar en la imagen que encabeza este artículo. Por lo tanto, me encuentro en las condiciones necesarias para asegurar que en estos dos países anglosajones persiste el maltrato, olvido y la marginación a las mujeres, a las que destinan tareas como la del asesinato (ver imagen de la derecha) de seres humanos -principalmente de razas diferentes a la caucásica- , despreciando a todas aquellas que se permitan el privilegio de destacar en labores que históricamente han sido relegadas a los hombres.

No acaba ahí la cosa. La doble moral de estos personajes no tiene límite. Los que ahora acusan a los Navarro, Garbajosa y compañía de actuar con ciertas conductas racistas, pasaron por alto hace dos años un hecho mucho más grave, cuando los jugadores del equipo de baloncesto de los Estados Unidos realizaron varias veces el típico saludo miltar, en un país (Japón) que no ha olvidado que el ejército norteamericano asesinó en su suelo a unas 170.000 personas en el año 1945. Asimismo, mientras los de ‘la Roja’ se llevan numerosas críticas por un hecho que en China no ha sido considerado como ofensivo, los problemas reales que son causados por el racismo en todo el mundo siguen siendo eludidos por los de las barras y estrellas.

Carmelo Anthony, Dwayne Wade y LeBron James, en claro gesto de amistad con los 170.000 japoneses asesinados por sus ancestros.

No sé qué les pasará por la cabeza a ustedes, pero a mí me vienen recuerdos incesantemente. Pero estoy tranquilo. Mi país no será invadido por un ejército encabezado por un mono borracho bajo el pretexto de que «necesitan eliminar la injusticia de todos los territorios del planeta», ya que el líquido negro que el susodicho se inyecta en vena escasea por estos lares.

Lo que no soporto, lo que nunca aceptaré, es la hipocresía. Esa que les permite actuar de jueces universales, que les concede el privilegio de establecer quién está alineado en el lado del bien y quién en el del mal. Pero, está claro, a ninguno de los que están leyendo esta nota les coge por sorpresa el tema. Ya estamos acostumbrados a vivir con este árbitro mundial en nuestras vidas. No estamos dispuestos a que un inculto adinerado nos dé lecciones, cuando es más que probable que su abuelo haya aniquilado a sangre fría a un hombre de distinta raza a la suya, o haya colaborado en la mayor masacre de la historia, o…simplemente, formara parte de la enfermedad más devastadora que jamás haya sufrido la humanidad.

Los Estados Unidos de América.

DoKiÈh – 15.08.08

*Las palabras «dios» y «queen» están escritas con su primera letra en minúscula intencionadamente, no hay errata por ninguna parte.